48 horas de amor
Aquí, en el corazón de nuestra cocina, la pizza es más que un plato: es un arte, una tradición que respetamos y perfeccionamos cada día. Nuestra masa comienza con una cuidadosa selección de tres tipos de harina, trabajada con paciencia y fermentada en biga artesanal para desarrollar sabores profundos y una textura inigualable.
Luego, dejamos que el tiempo haga su magia: 48 horas de fermentación en frío para lograr una masa ligera, aireada y con el auténtico leopardado napolitano. Pero el verdadero toque final lo pone nuestro horno de leña, donde cada pizza se cocina a la perfección, con un equilibrio irresistible entre crujiente y esponjoso, impregnada de ese aroma inconfundible a tradición y fuego.
Cada pizza que sale de nuestro horno está hecha con amor, desde la selección de los ingredientes hasta el último detalle en su cocción. Porque creemos que la pizza no es solo comida, es un momento para compartir, disfrutar y recordar